“Nómadas del mar”, primeros humanos adaptados genéticamente para sumergirse 60 metros bajo el mar

No, los científicos no descubrieron a los peces, ni encontraron una nueva especie de humanos. Un pueblo misterioso que vive en el sureste de Asia ha desconcertado a los científicos durante años.


La gente de la tribu Bajau, en el sudeste asiático, solo necesita un soplo de aire para bucear hasta 70 metros bajo el agua y pescar, permaneciendo sumergidos durante varios minutos. Esto ha llevado a los expertos a cuestionar cómo se las arreglan para hacerlo.



Un estudio reciente publicado en la revista Cell describe cómo una determinada población de humanos se ha adaptado genéticamente para bucear bajo el agua.


Los expertos describen una población que tiene órganos notablemente más grandes, lo que les ayuda a permanecer bajo el agua durante períodos de tiempo más prolongados.


Esta no es la primera vez que los expertos encuentran mutaciones genéticas en humanos


Cuanto más escudriñamos nuestros genes, más descubrimos cómo las personas de todo el mundo se han adaptado a su entorno, haciéndolos notablemente únicos en varias formas.


Por ejemplo, las personas en el Tíbet y las tierras altas de Etiopía han «evolucionado» para adaptarse mejor a vivir en altitudes extremadamente altas.


Las personas en el este de África y el norte de Europa han adoptado una mutación genética que les permite digerir mejor la leche en la edad adulta.


Y ahora, los científicos informaron de un nuevo tipo de mutación genética diferente a la mencionada anteriormente en las personas que viven en el mar en el sureste de Asia.


Esta mutación genética les permite convertirse en buceadores excepcionales


Según los expertos, la gente de Bajau, que se encuentra dispersa en varias comunidades en Indonesia, Malasia y Filipinas, ha evolucionado para sobrevivir más tiempo bajo el agua.


Estas personas viven tradicionalmente en casas flotantes, informa el New York Times


“Son simplemente un extraño en la tierra”, dijo Rodney C. Jubilado, un antropólogo de la Universidad de Hawai que estudia los Bajau pero que no participó en el nuevo estudio.


Los científicos estudiaron la extraordinaria capacidad de los Bajau y han llegado a una conclusión: pueden pasar minutos sin respirar gracias a una mutación genética que ha provocado, entre otras cosas, que se desarrolle un bazo más grande.


Este órgano, entre otras funciones, puede almacenar glóbulos rojos portadores de oxígeno. En su estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Cell, los científicos se guiaron por estudios previos sobre focas. Resulta que algunas especies de focas pueden bucear más tiempo que otras. Estas focas tienen bazos más grandes de lo esperado.